Originario de Oriente y muy presente en los postres árabes, el pistacho es uno de los que más fibra y energía aporta.
Tiene un gran contenido en minerales, vitaminas, ácidos grasos, proteínas y micronutrientes saludables.
Incorporarlos a nuestra dieta regularmente y con moderación, los pistachos ayudan a prevenir el cáncer y la diabetes, a perder peso, a bajar el colesterol, a combatir el estrés y a mejorar el estado cardiovascular.
Además de antioxidantes, como las vitaminas A y C, y el selenio, una ración de este fruto seco aporta el 8% del valor diario recomendado de magnesio y potasio y otros minerales como el hierro, que ayudan a "prevenir las alteraciones vasculares". Ayuda al control del colesterol y a cuidar los vasos sanguíneos. Según esta expertos en Endocrinología y Nutrición, el pistacho "ayuda a controlar los niveles de colesterol, la inflamación y la salud de los vasos sanguíneos y, consumidos en la cantidad recomendada de 42,5 gramos diarios, consigue que no suban los triglicéridos."
Asimismo, el consumo de pistachos contribuye a impedir la oxidación celular al luchar contra los radicales libres, lo que retrasa el envejecimiento, y su contenido en fibra insoluble, hace que se retrase el vaciado gástrico, se obtenga sensación de saciedad y se favorezca el tránsito intestinal.
Según un trabajo reciente publicado en la revista Hypertension, el consumo de pistachos es saludable por muchas razones. Los investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania (EE UU), efectuaron el ensayo con adultos no fumadores que siguieron dietas bajas en grasas y con diferentes cantidades de pistachos. Así, comprobaron que aquellos participantes en cuya alimentación se incluían estos frutos secos experimentaban reducciones en la presión arterial, la resistencia vascular periférica y la frecuencia cardiaca en situaciones de estrés agudo. Los resultados de este estudio demuestran que los alimentos que comemos influyen en las respuestas fisiológicas a la tensión nerviosa.
Su ingesta es ideal como snack entre comidas o se puede agregar a platos que requieran de un toque crujiente, además de en ensaladas.